Historia de un Maniquí

Este maniquí os lo enseñaba hace unos días en el blog, junto con otras cosillas que entraban al taller de Le Jardin. Lo compré a un anticuário de Aranjuez, que lo tenía medio escondido en su comercio. El hombre no lo vendía ya que según me explicó, lo quería para exponer una bisutería antigua que había adquirido. Pero yo (que soy muuyyyy pesada cuando algo me gusta) ví su belleza escondida, así que comencé a regatearle para que me lo vendiera. Después de más de 15minutos de tiras y aflojas y cansado de mi insistencia me lo vendió. Me contó que el busto en cuestión perteneció a un antiguo sastre de Madrid y que tras sus muerte, fue heredado por las hijas. Ellas lo estuvieron usando en la sastrería hasta su cierre, pasando después al trastero de la casa de una ella hasta que su sobrino lo heredo. No sé exactamente los años que tiene, pero calculo que por la forma y los materiales, el anticuario estuvo de acuerdo conmigo en que debe de ser de finales de los años 40 principios de los 50. La foto de arriba junto con estas muestran el estado en el que lo encontré:

Como podeis comprobar su estado era de abandono total. Tenía varios golpes en la parte del torso, que está fabricada en cartón piedra, las patas de madera también tenían varios golpes, le faltaban partes, además de tener las patas desenconladas y una de ellas astillada. Pero a pesar de todo tenía "algo" que me parecía muy especial, quizás fuera el pensar en la cantidad de vestidos, camisas y demás que llevará a sus espaldas, el como serían esas prendas, quienes las llevarían, la cantidad de alfileres que le habrán pinchado... en fin su historia!!!

Pues bien, despues de una entrada forzosa por la UCI del taller y una buena operación de cirujía estétita con relleno incluido, este es el resultado:

Ahora, vuelve a lucir en todo su esplendor y me consta que se siente feliz, guapo y hasta... sexy!!!.

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