- Publicado por: Mar
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La entrada de hoy no tiene nada que ver con la decoración y los muebles (a priori!). Hoy me apetecía contaros sobre uno de esos grandes mitos de la fotografía. Seguramente algunos ya la conozcais o quizás os suene remotamente el nombre Diana Arbus. Ella fué una fotógrafa que como suele pasar, obtuvo el máximo reconocimiento a su obra una vez fallecida en la Bienal de Venecia en 1971. Comenzó como reportera gráfica en revistas de moda tan conocidas como Vogue o Harper´s Bazar. Influenciada siempre por su lado oscuro, Arbus buscaba la belleza donde nadie la veía, montando escenografías para sus fotos, hasta que un día tras ver la película Freaks (La parada de los monstruos en español), decidió adentrarse en la cara opaca de las cosas y atrapar con su cámara todo cuanto pudiera ser "horrible" para unos y de una belleza extraordinaria para otros, como era su caso. Así que fotografíó a prostitutas, gentes del circo, personas afectadas por malformaciones, nudistas y caras fuera de lo común... y enseñárselas al mundo esperando tal vez, que las aceptaran y las comprendieran, en lugar de horrorizarse y despreciarlas.
Arbus se suicidó antes de ver su obra encumbrada. Yo sin embargo prefiero quedarme con su mensaje en lugar de con sus fotos...y es que una vez más, la belleza está en los ojos del que mira.
P.D.: Por si no conoceis la película y quereis verla os la recomiendo al 200%.
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